Ni tengo competencia para ello ni lo pretendo ni me interesa en este momento, así que esto no es un análisis sobre la agresión de Rusia a Ucrania, ni sobre los antecedentes a esa invasión, que los hay y explican tanto como no justifican, ni sobre lo que tiene la política de la OTAN de provocación ni sobre lo que tiene el discurso de Putin de razones o de simples pretextos. Ya se sabe que lo primero que se derrota en una guerra es la verdad, así que todos mienten a conveniencia, pero algunos, Putin, el ex espía ruso destacado en la colonia más nefasta de la URSS, la Alemania Oriental, el teniente coronel de la KGB, mucho más. Putin solo dice verdad cuando calla, solo dice verdad cuando no sonríe, cuando nadie le escucha, cuando está solo y lo sabe y se relaja. No, no me interesa Putin ahora, aunque sí siempre, es un animal fascinante, como todos los seres venenosos. Ni me interesa exactamente ahora, aunque sí siempre, esta guerra. Me interesan las víctimas, me interesa el verdugo, me interesan los cómplices, me aterran todos. Me interesa la reducción a cosa del ser humano por el mero hecho de serlo, como lo fueron los judíos en los campos de exterminio nazi hace ocho décadas y como lo son ahora los ucranianos, no sólo por el mero hecho de serlo, como los judíos, sino por estar en el sitio, Ucrania, y el momento equivocados, 2022. El aquí y ahora. Como los judíos, perseguidos por el mero hecho, como los ucranianos, por su reducción a objetos. Esa es la primera y primordial ofensa contra la humanidad de los nazis y ahora de Putin. La segunda ofensa es el racismo, ya que no contra los judíos, contra los ucranianos (me resisto a lo de ucranios), considerados por activa y por pasiva, pero ahora que han llegado ya los tanques sobre todo por activa, rusos de segunda. Pobres ucranianos, Y van ya dos: cosificados y minusvalorados como rusos. Finalmente, el intento último de manipular la esencia íntima del espíritu humano que es su libertad de elegir y de ser. No la libertad superficial y dicharachera de algunas folclóricas políticas españolas, sino la libertad que nos hace humanos.
Espero que el sofisticado y —estoy convencido— largamente planificado experimento geopolítico de Putin, un sociópata para el que la historia no es fuente de conocimiento sino de coartadas, fracase, le explote a él en la jeta. Porque juega con millones de personas a las que degrada a objetos, peones (tengo entendido que es un mediocre pero pretencioso jugador de ajedrez), que subdivide a las personas en categorías, no solo de agresores y agredidos, sino peor, de dominadores y esclavos, espero que ese experimento. fracase, claro, pero sobre todo que lo haga cuanto antes. Él no es un loco. Los locos se creen Napoleón y él es "un" Napoleón. Ni un majadero, lo que hace, sus maldades, las ejecuta perfectamente. Dejadme ser un poquito naif: es malvado, un canalla.
Posdata: contendientes, víctimas al margen
Si consideramos las cuatro fuentes del saber de la Antigüedad
clásica: filosofía, geografía, historia y poesía, vemos que el autócrata
ruso las cubre bien. Tiene la filosofía de un teniente coronel del KGB, bien
nutrido por Maquiavelo y el Sun Tzu de El arte de la guerra; de geografía anda
sobrado, pudiendo ponerle limites a Ucrania desde el Dombás a Crimea, con los
añadidos de Polonia, Finlandia y Hungría; la historia la vive como un Pedro el Grande redivivo y en cuanto a la
poesía, qué decir, todo nacionalista ruso es un poeta. Y todo nacionalista es un poeta idiota.
Enfrente tenemos a un anciano anglosajón casi wasp, porque su única excepción es ser católico, aunque ya se le anticiparon los Kennedy; que encima se llama Joseph Robinette Biden Junior; su filosofía es la de un abogado estadounidense, esto es, la peor que se pueda tener en un país donde te ponen pleitos hasta por decir que la Tierra es redonda. Con 30 añitos ya era senador (por Delaware) que apoyó la expansión de la OTAN hacia el este y la intervención en las guerras yugoeslavas de los noventa.
Cuarta ofensa: en este caso a la inteligencia. Hace cientos de años que los ucranianos no se sienten rusos, de a ratos han sido mas amigos, y en otros se han visitado menos. Habiendo pasado la matanza por hambre hecha por Stalin, y con el antecedente del accionar de Putin en Crimea, Georgia y Chechenia ¿cual imagina el grupo de gobierno ruso que sera la actitud de los ucranianos?
ResponderEliminarDesde la guerra de los seis dias no ha habido una guerra que resultara en el control del territorio conquistado, fallaron los rusos en Afganistan, los americanos en Irak, los iraquies en la guerra con Iran y siguen los ejemplos hasta el hartazgo.¿que le hace imaginar a Putin que esta vez sera diferente?
Finalmente, en un mundo globalizado y virtualizado, cual sería la ventaja economica, estrategica o de politica interna de meterse en un pantano infinito, algo asi como Vietnam, o Flandes para Carlos V.
Una pelotudez. De las esperables en un adicto a los juegos de espias.
Chofer fantasma
China sí. China ha conquistado territorios adyacentes siempre. Y China es tal vez el espejo, y rival, del megalómano ruso
Eliminarno conozco ningun caso de crecimiento de territorio chino, excepcion de las ridiculas islas artificiales en el mar de china, pero aun si asi fuera, ¿te parece que China se esta haciendo grande por conquista de territorios? el amigo Vladimir esta mirando el mundo del siglo XIX, a la gente leida le suele pasar esos historicismos, y la respuesta del mundo del siglo XXI es asombro ante la torpeza e inoperancia. A eso se refieren cuando dicen "esta loco", no pueden creer que esté tan estúpido.
ResponderEliminarmesmo chofer
Lo cierto es que la imprevisibilidad de Putin (que debería escribirse Putín, como suena en ruso) puede ser irreflexiva, pero de momento es su fuerza y está dejando en cueros a sus rivales de dentro y de fuera.
EliminarChina siempre ha crecido así, la última con el Tibet, la siguiente con Formosa, etc