Cada día mueren innumerables personas, y, sin embargo, las que quedan viven como si fueran inmortales. Mahabharata.
Las apariencias engañan. La superficie de la Tierra puede
parecer plana y el sol puede parecer que gira en torno a la Tierra. Las
apariencias engañan y el más engañoso de todos es el tiempo, engañosamente
familiar e íntimo. Un pasado fijo, un presente claro, un futuro abierto… todo
eso se ha revelado falso. Esos aspectos del tiempo son errores de perspectiva,
como la Tierra plana o la rotación solar. Llamamos tiempo a una insólita
colección de estructuras, paradójicas además, antintuitivas. ¿Qué significa
realmente que el tiempo transcurre? ¿Por qué recordamos el pasado y no el
futuro? ¿Qué vincula el tiempo a nuestra naturaleza como sujetos? ¿Cómo se
originó el tiempo y su tranquilo fluir?
Dejémonos de las manidas metáforas relativistas de viajeros
en el espacio o en trenes. El tiempo transcurre más deprisa en la montaña que
en el llano. Es una diferencia pequeña pero disponemos ya de instrumentos los
suficientemente precisos como para recogerla. Más aún, el reloj que está encima
de mi mesa va más deprisa del que dispongo en el suelo. Unos pocos centímetros
bastan para establecer la diferencia. Resulta sorprendente pero así está hecho
el universo. El tiempo pasa más despacio en algunos lugares y más deprisa en
otros. El habitante de la llanura ha envejecido menos (como el astronauta del
famoso experimento mental de Einstein), y no solo eso, el reloj de cuco del
llano ha oscilado menos veces.
A estas alturas conviene recordar lo que el profano ni
siquiera sabe, que la ciencia es la capacidad de comprender antes de ver:
comprender la rotación de la esfera que es la Tierra antes de verla desde el
espacio, como hicieron los astronautas del Apollo.
Otra manera de verlas cosas. Los pies se agarran al suelo (la
dichosa gravedad) porque todo nuestro cuerpo se dirige de manera natural hacia
allí donde del tiempo transcurre más despacio, y transcurre más despacio en
nuestros pies que en nuestra cabeza. ¿Extraño? No más que ver desaparecer el sol
en el horizonte durante el ocaso.
La física moderna no describe cómo evolucionan las cosas “en
el tiempo”, sino cómo evolucionan las cosas “en sus propios tiempos”, y cómo
evolucionan los tiempos unos respecto a otros. Además de la polisemia de la
palabra tiempo en todos los idiomas, el tiempo ha perdido su unicidad. En el
mundo las cosas danzan a ritmos distintos, según dicta un inexorable ámbito, el
del mundo cuántico. Algo que comparte con la poesía: saber ver más allá de lo
visible. Y recordemos que sólo hay una ley en física que distingue el pasado
del futuro, la ley de Clausius; todas las demás leyes físicas permiten que un
proceso se desarrolle igualmente hacia atrás en el tiempo. La famosa flecha del
tiempo es sólo una secuela de nuestra condición efímera. Clausius dicta que el
calor sólo se transmita en una dirección de más temperatura a menos. La única
ecuación de la física fundamental que permite distinguir el pasado del futuro,
que nos habla del fluir del tiempo. La entropía, otra magnitud, como el tiempo
que es como el agujero de conejo de Alicia en el País de las Maravillas.
Nuestra entropía, toscamente considerada, es la decrepitud. Cada día soy más consciente de mi mortalidad, pero en
realidad creo que somos inmortales. Sólo que eso no nos salva de la decrepitud,
de ser Zeus con osteoporosis.
Y eso sin entrar en si el tiempo es una magnitud o simplemente una especie de ilusión derivada de la percepción del cambio. la flecha del tiempo nos dice cómo esos cambios pueden ocurrir.
ResponderEliminarMe alegro de volver a leerte.
Y a mi que me leas
EliminarDIOS HA MUERTO, MARX HA MUERTO (Y YO ÚLTIMAMENTE NO ME ENCUENTRO NADA BIEN)
ResponderEliminarEsta frase le he encontrado atribuida a una pintada en el mayo francés y a Woody Allen. Como sea, la noción de autor también ha sido puesta entre comillas en estos días.
Tu imagen de la osteoporosis de los dioses me hacían pensar en que si se me caen los dientes es que no debo estar del todo muerto.
Como el pavo llegando a fines de Diciembre: por ahora todo bien.
Sí, la decrepitud es la correlación de la inmortalidad
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarComo Cioran: "...ajeno e inmunizado contra todos los credos...". Muy bueno.
ResponderEliminarO como Yourcenar, El tiempo, ese gran escultor
EliminarVaya, y eso que Dylan decía que el tiempo pasa lentamente en la montaña ... Claro que eso era por 1970 y probablemente todavía los científicos no lo tendrían muy claro.
ResponderEliminarInteresante post.