viernes, 13 de julio de 2018

Zeus con osteoporosis


Cada día mueren innumerables personas, y, sin embargo, las que quedan viven como si fueran inmortales. Mahabharata.


Las apariencias engañan. La superficie de la Tierra puede parecer plana y el sol puede parecer que gira en torno a la Tierra. Las apariencias engañan y el más engañoso de todos es el tiempo, engañosamente familiar e íntimo. Un pasado fijo, un presente claro, un futuro abierto… todo eso se ha revelado falso. Esos aspectos del tiempo son errores de perspectiva, como la Tierra plana o la rotación solar. Llamamos tiempo a una insólita colección de estructuras, paradójicas además, antintuitivas. ¿Qué significa realmente que el tiempo transcurre? ¿Por qué recordamos el pasado y no el futuro? ¿Qué vincula el tiempo a nuestra naturaleza como sujetos? ¿Cómo se originó el tiempo y su tranquilo fluir?

Dejémonos de las manidas metáforas relativistas de viajeros en el espacio o en trenes. El tiempo transcurre más deprisa en la montaña que en el llano. Es una diferencia pequeña pero disponemos ya de instrumentos los suficientemente precisos como para recogerla. Más aún, el reloj que está encima de mi mesa va más deprisa del que dispongo en el suelo. Unos pocos centímetros bastan para establecer la diferencia. Resulta sorprendente pero así está hecho el universo. El tiempo pasa más despacio en algunos lugares y más deprisa en otros. El habitante de la llanura ha envejecido menos (como el astronauta del famoso experimento mental de Einstein), y no solo eso, el reloj de cuco del llano ha oscilado menos veces.

A estas alturas conviene recordar lo que el profano ni siquiera sabe, que la ciencia es la capacidad de comprender antes de ver: comprender la rotación de la esfera que es la Tierra antes de verla desde el espacio, como hicieron los astronautas del Apollo.

Otra manera de verlas cosas. Los pies se agarran al suelo (la dichosa gravedad) porque todo nuestro cuerpo se dirige de manera natural hacia allí donde del tiempo transcurre más despacio, y transcurre más despacio en nuestros pies que en nuestra cabeza. ¿Extraño? No más que ver desaparecer el sol en el horizonte durante el ocaso.

La física moderna no describe cómo evolucionan las cosas “en el tiempo”, sino cómo evolucionan las cosas “en sus propios tiempos”, y cómo evolucionan los tiempos unos respecto a otros. Además de la polisemia de la palabra tiempo en todos los idiomas, el tiempo ha perdido su unicidad. En el mundo las cosas danzan a ritmos distintos, según dicta un inexorable ámbito, el del mundo cuántico. Algo que comparte con la poesía: saber ver más allá de lo visible. Y recordemos que sólo hay una ley en física que distingue el pasado del futuro, la ley de Clausius; todas las demás leyes físicas permiten que un proceso se desarrolle igualmente hacia atrás en el tiempo. La famosa flecha del tiempo es sólo una secuela de nuestra condición efímera. Clausius dicta que el calor sólo se transmita en una dirección de más temperatura a menos. La única ecuación de la física fundamental que permite distinguir el pasado del futuro, que nos habla del fluir del tiempo. La entropía, otra magnitud, como el tiempo que es como el agujero de conejo de Alicia en el País de las Maravillas.

Nuestra entropía, toscamente considerada, es la decrepitud. Cada día soy más consciente de mi mortalidad, pero en realidad creo que somos inmortales. Sólo que eso no nos salva de la decrepitud, de ser Zeus con osteoporosis.

8 comentarios:

  1. Y eso sin entrar en si el tiempo es una magnitud o simplemente una especie de ilusión derivada de la percepción del cambio. la flecha del tiempo nos dice cómo esos cambios pueden ocurrir.

    Me alegro de volver a leerte.

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  2. DIOS HA MUERTO, MARX HA MUERTO (Y YO ÚLTIMAMENTE NO ME ENCUENTRO NADA BIEN)
    Esta frase le he encontrado atribuida a una pintada en el mayo francés y a Woody Allen. Como sea, la noción de autor también ha sido puesta entre comillas en estos días.
    Tu imagen de la osteoporosis de los dioses me hacían pensar en que si se me caen los dientes es que no debo estar del todo muerto.
    Como el pavo llegando a fines de Diciembre: por ahora todo bien.

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    1. Sí, la decrepitud es la correlación de la inmortalidad

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Como Cioran: "...ajeno e inmunizado contra todos los credos...". Muy bueno.

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    1. O como Yourcenar, El tiempo, ese gran escultor

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  5. Vaya, y eso que Dylan decía que el tiempo pasa lentamente en la montaña ... Claro que eso era por 1970 y probablemente todavía los científicos no lo tendrían muy claro.

    Interesante post.

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Ansío los comentarios.Muchas cabezas pueden pensar mejor que una, aunque esa una sea la mía