Bello no es bonito, ni sublime, ni maravilloso ni gracioso ni soberbio, pero sirve para calificar algo que nos gusta. Bello no es bueno, pero se le parece
Yendo supuestamente a lo esencial, el ideal de una biblioteca con un jardín para algunos seres supuestamente prácticos podría cumplirse con un frasco de clorofila y una tablet con mil libros cargados. Para mí no, porque la belleza implica también cierto abigarramiento en relación con la dulzura de vivir.
En términos evolucionistas, la belleza implica buenos genes que incitan a la reproducción (o a ser reproducidos, en la expresión del gen egoista de Dawkind, que no comparto). Por tanto, el piropo grosero expresa a las claras el tributo a la belleza.
Forman parte de la belleza la armonía y la simetría, pero no son lo mismo. De hecho, la simetría exacta se ve como una deformidad, basta con reproducir especularmente una mitad del rostro o del cuerpo para obtener una quimera horrenda aunque no sepamos en qué se basa. Tenemos una simetría bilateral levemente imperfecta y esa es también una definición prosaica pero exacta de la belleza.
Ante el avance del progreso, la belleza anterior se esconde o es anulada. Por contra, surge otra nueva. Un bello edificio que cementa un bosque.
Hay personas incapaces de percibir la belleza, a la que sustituyen con oropeles horteras. Otros la perciben como un agravio y se aprestan a destruirla. Abundan más los primeros, que también son más peligrosos.
Cuando el mundo no había sido aún mancillado ni transformado por el ser humano no existía la belleza. Para que exista la belleza se necesita al que la percibe. Por eso el Demiurgo concluyó su creación con el hombre y la mujer; necesitaba alardear. Umberto Eco creyó haber escrito una Historia de la belleza, pero lo que escribió fue una historia de la percepción de la belleza, que no es exactamente lo mismo. Eso, en cambio, lo entiende muy bien el mundo de la publicidad y del consumo.
Lo bello lo es por contraste natural con lo feo, de ahí la bella y la bestia.
Te ha quedado un breve y bello post, muy consonante con el tema.
ResponderEliminarYa nadie habla de belleza sin tirar de ironía. Ya nadie la busca, ya nadie la percibe. En tu texto se apunta, creo, la relación intrínseca entre belleza y moral. Cabe sacar una conclusión: vivimos en un mundo alejado de la belleza, esto es, profundamente inmoral.
ResponderEliminarPues sí. Ahora bien, quienes son más inmorales, los artistas que se burland e ella o los especuladores que la buscan para venderla y destruirla
EliminarLa belleza es la mejor moda de todas. Las personas cada día se sienten mas hermosas.
ResponderEliminarDe seguro, en el futuro esto dará de que hablar. Para mi concepto,
la belleza es el negocio de nunca acabar y sobre todo ahora que las mujeres han ganado
mas empoderamiento. Muchas gracias por tu tema, estoy de acuerdo en lo relacionado
a la belleza que mencionas