Esta es la historia, real o inventada, eso da igual, de un niño, que puedo ser yo cuando era un niño, eso también da igual, que recibe en su casa una carta del colegio dirigida a sus padres (madre biológica y padrastro, eso también da igual). La carta dice que el niño se ausenta y no asiste a las clases. Tautología, exclama el niño, ya pedante a su tierna edad, pero no le falta razón. Su padrastro le tiende la carta y le dice que qué tiene que decir. El niño la lee y dice que hay una falta de ortografía y dos errores sintácticos, lo que demuestra que no necesita ir al colegio, que eso prueba que sabe más que lo que allí le puedan enseñar. Es lo mismo en el fondo que ese viejo chiste en el que le preguntan a un mozalbete vasco que qué prefiere, si follar o masturbarse. El chaval lo medita y después de un buen rato responde pensativo: bueno…follando se conoce gente. Yo le replico sin que me oiga (es un chiste): ya, pero haciéndose pajas a lo mejor uno se conoce mejor a uno mismo, o al menos, se conoce mejor al que elige las pajas. Cuando Sócrates dijo aquello de conócete a ti mismo a lo mejor era también un chiste que aleccionaba sobre las ventajas de masturbarse. O a lo mejor lo que venía a decir es que él, Sócrates, se conocía y los demás no, o que los demás debían conocerle a él, Sócrates, y con eso bastaba para ir seguro por la vida. Vete tú a saber con estos griegos antiguos. Yo de todo esto saco una valiosa lección: no quieras dar consejos para no tener que recibirlos.
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Ansío los comentarios.Muchas cabezas pueden pensar mejor que una, aunque esa una sea la mía