miércoles, 30 de diciembre de 2020

Egoísmo bien entendido

 

Ahora mismo, como tantos, estoy deseando que acabe la pandemia pero también, como pocos, que acabe la puñetera Navidad, una de las orgías festivaleras más hipócritas y lamentables y en este caso aliada de la primera. ¿Cómo si no se entiende tanta restricción necesaria y a la par que se derrochen luces en las calles para que la gente en masa acuda verlas. ¿tan terrible hubiera sido hacer una pedagogía contra este afán consumista del solsticio, recordando que no es esencial celebrarlo? Pongan su belén o su arbolito en privado y déjense de historias. Lo entrañable, la tradición suelen ser gilipolleces bien aprovechadas por ese comercio voraz de grandes almacenes ¿Quieren recuperar el espíritu navideño original, el de esa familia migrante forzosa a Belén refugiada en un establo? Cambien su perspectiva, y exijan que la cambien las autoridades, sobre el drama de la inmigración. Acojan a esas familias migrantes como merecen. Sí ya sé que es complejo, un tremendo problemón, como en mis tiempos se decía del hambre en la India. Pero hablo de cambiar de actitud, no de resoluciones mágicas. Todos los años se ahogan en nuestras playas algunas pocas personas, que estaban divirtiéndose, pobres. Pero se ahogan miles más intentando simplemente sobrevivir y tener una vida digna. Y la cobertura informativa es casi similar.

Como la de que 'todas las opiniones son respetables', una de las sandeces más habituales es la de que no hay que abortar porque ese embrión malogrado puede ser un Mozart o un Einstein. Y yo pregunto, cuántos de esos ahogados del antes llamado Tercer Mundo podrían haber sido también prodigios; aunque, como poco, son gente joven y auto seleccionada por su arrojo e iniciativa (los demás se quedan en sus lamentables sitios), algo tan ugente y necesario en este geriátrico egocéntrico llamado Europa.

Pandemia. Una bioquímica húngara y dos antaño refugiados turcos en Alemania han sido los científicos más relevantes para conseguir las vacunas RNA contra el coronavirus. La igualdad de oportunidades no solo favorece a aquellos pocos a los que se las conceden, también a los que las conceden. Eso sí que es que 'el egoísmo bien entendido empieza por uno mismo'. Sugerencia original para un Belén: pongan a la improbable Virgen, al improbable niño-Dios, al estoico José, vaca y caballo (símbolos de las primeras vacunas) en un precario bote y a lo lejos, pero acercándose, a los reyes magos en un buen barco, o sea, nosotros.

2 comentarios:

  1. Muy acertado Lansky. En la mas sana tradicion cristiana es eso de atender a los pobres que nacen en pesebres, que alguno puede ser el Mesías.
    Que tengas un año estupendo, conque mejore algo ya estaremos mejor. Espero seguir leyendo tus greguerías, que yo también soy un gran egoísta.

    Chofer Fantasma

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Ansío los comentarios.Muchas cabezas pueden pensar mejor que una, aunque esa una sea la mía