A la inversa que las zonas de Oriente Medio donde surgió la
agricultura europea y donde convivieron neandertales y sapiens, en Chipre no
había humanos durante la última glaciación. Había en cambio animales grandes,
como elefantes e hipopótamos, aunque debido a un mecanismo clásico de la
evolución en las islas, habían reducido drásticamente su tamaño: elefantes
e hipopótamos enanos. Quizás los cazadores que se instalaron remataron la
faena del cambio climático y cuando la glaciación llegó a su fin ambas especies
se habían extinguido. En una base británica se han encontrado sus restos. Los
huesos de elefante estaban reunidos en la base de acantilado; es posible que
los cazadores les condujesen hasta allí, haciendo que se despeñasen; es una
vieja técnica de caza. Esos restos tienen una antigüedad de 12.500 años, el
yacimiento está en Aetokremnos que al final de la era glacial se encontraba a
doscientos metros del mar. En ese mismo yacimiento se han encontrado
herramientas de silex y muchos restos de comida: raspas de pescado, conchas
marinas y huesos de aves.
Además encontraron dieciocho dientes de cerdos pequeños y
algunos fragmentos de sus huesos. Es posible que los cazadores que acudían
desde el continente a cazar en Chipre llevaran consigo lechones pequeños que
dejaron sueltos en la isla para completar su dieta. Elefantes e hipopótamos
enanos que se había extinguido recientemente, tenían aproximadamente la misma
dieta, requerimientos ecológicos y tamaño que los cerdos y estos podrían haber
ocupado fácilmente esos nichos ecológicos vacíos e indemnes. Ya se había
sugerido antes que en ciertas zonas de la Turquía actual, los primeros agricultores
y cazadores en transición habían pastoreado en libertad cerdos, como se hace en
la Extremadura española en forma montanera. Los animales se pueden mover
libremente, pero los humanos siempre saben donde están o como localizarlos.
Así pues, las primeras personas que se instalaron en Chipre y
no las que acudían esporádicamente a cazar o soltar cerdos, eran agricultores
tempranos. Llegaron a la isla en barcos en los que transportaban gatos, perros,
semillas diversas y unas características cuentas de color verde que también se
han hallado en el continente. Construyeron las aludidas casas redondas. La
cebada pudo encontrarse en la isla en su forma silvestre, pero las semillas del
trigo farro no. Los siguientes animales que llegaron a la isla tras los cerdos
que soltaron sus antecesores y los perros y gatos que ellos llevaron, fueron
las cabras y las vacas. También los ratones domésticos. Las cabras fueron soltadas
a su aire de forma análoga a los cerdos para cazarlas más tarde. Los
asentamientos empezaron a utilizarse hace 10.400 años, en la localidad donde se
encontró la tumba de primer gato. Ese asentamiento, Shillourokambos, está tan
bien elegido como suele: colinas de piedra caliza, manantiales y vistas al mar.
También se encontraban los pozos más antiguos del mundo, pero ya no son
accesibles porque el ensanchamiento de un viejo camino para llegar a un hotel
de lujo los han destruido. Pero en uno de los pozos de Mylouthkia los
arqueólogos han encontrado huesos de cerdo, cabra, ratón y el esqueleto de una
mujer joven.
En los siglos siguientes, las cabras se vuelven más
frecuentes y se incorporan las ovejas. Nuevos barcos parece que siguieron
arribando a Chipre hace 10.000 años. La caza de cerdos salvajes cesó y fue sustituida
por otros plenamente domésticos junto a los huertos y las viviendas. También
las cabras asilvestradas se tornaron rebaños ganaderos, se mataban los
cabritos, se conservaban las hembras por su leche, se administraba el recurso;
las ovejas, en cambio, se usaban por su carne y su lana, en tanto que la cabra,
—la vaca de las tierras pobres— se reservaba por su leche. La vaca nunca fue apropiada
para las secas tierras chipiotras.
Hace 9.500 años esos chipriotas establecieron un ritmo anual
(en los campesinos el calendario es más importante que el horario, más urbano o
monacal) que apenas difería del que tenían nuestros campesinos hasta bien
entrado el siglo XX. En otoño cazaban ciervos en las montañas (recuérdese que
los había llevado dos mil años antes los cazadores); probablemente recogían
setas y productos silvestres. En invierno mataban el cerdo, como aún se hace en
España, en primavera y a principios del verano mataban corderos y cabritos y cosechaban
el cereal en los campos. El legado agrícola casi completo que pronto llegaría a
toda Europa.
Sin embargo, de forma misteriosa, los humanos desaparecieron
bruscamente de Chipre hace unos 8.000 años. Nadie sabe a ciencia cierta qué
pasó. O murieron o decidieron abandonar la isla, pero una explicación plausible
es el periodo frío hace unos 8.200 años, una pequeña edad del hielo. Frío
significa a la par sequía, lo que sería una catástrofe en Chipre, incluso hoy
el paisaje es muy seco.
Pero hace unos 7.500 años llegaron nuevos barcos con gente,
y, como sus predecesores, lo hicieron con animales domésticos y semillas. Y una
nueva adquisición, la cerámica. En Sotira Sepres una arqueóloga escocesa me
muestra los numerosos fragmentos de arcilla cocida y decorada.
Te está quedando muy interesante la serie de entradas y ya espero la siguiente.
ResponderEliminar...alguien deberia publicarte estos apuntes... supongo que están bien documentados; no deberían perderse en la ciénaga de los blogs
ResponderEliminar¿Publicar esto? Ya hay demasiadas publicaciones en el mundo y yo no aporto nada nuevo a lo que ya se sabe gracias a profesionales de la Prehistoria y la arqueología. Pero gracias por lo que supone de aprecio y sí, están bien documentados en lo que se me alcanza.
Eliminar...no es por alimentar tu ego... entiendo que hay mucho editado y es banal pretender aportar nada, a estas alturas; pero el enfoque me parece original, no es estrictamente académico y está bien escrito, con un tono entendible y cercano que podría interesar a algun editor... a mí este género híbrido, entre viajes y divulgación y autobiografía me gusta
EliminarMi ego es como un globo aerostático, de ahí que tenga que abrir la válvula para desinflarlo de tanto en cuanto. De hecho no soy presumido superficial sino vanidoso profundo (me importa mi opinión sobre mí más que la de los demás, a la inversa que los presumidos).
EliminarA mí también me gusta mucho ese género híbrido al que aludes y de hecho te recomiendo un libro reciente que me ha entusiasmado de Lawrence Osborne: El turista desnudo, de Gatopardo eds.
Por otro lado, estos apuntes que alabas no dan para un pequeño librito siquiera (acabaré en la siguiente entrega) y además estoy embarcado en un libro sobre las metáforas coloquiales extraídas de la ciencia al lenguaje común que confío en acabar alguna vez. Otra vez gracias.
http://www.pre-textos.com/escaparate/index.php?cPath=35&osCsid=t5evur8k1fnmh7219rvobcc3f4
ResponderEliminar...en esta colección hay textos híbridos como el tuyo