En las murallas que rodeaban la ciudad prohibida, pared con
pared con los escribanos, se situaban las enfermerías de los cirujanos que
castraban a los aspirantes a funcionarios del imperio. Se me ocurre un chiste cruel: "¿Cómo se llama en japonés la piel que rodea esa terrible cicatríz inguinal?: ¡Rajoy!" (*)
Taoísta, piensa que son los otros los que deben moverse y que el mejor movimiento es la quietud, esperar. La exacta inclinación de su cerviz define con relación a la vertical la bisectriz de su sensata ambición. Es moderadamente alto, pero anda sincopado, moviendo los brazos como un molinillo, como con lumbago; medianamente atractivo, salvo por su boca húmeda, con una lengua gorda que apenas le cabe en esa boca; sus ojillos huidizos y su sonrisita del empollón que siempre sabe qué va a salir en el examen, que desecha todo lo que no entra en el temario. Tiene una barba correcta, de funcionario del XIX y habla con coletillas del mismo siglo. Se abrocha el botón de en medio de la americana y comienza a soltar tópico tras tópico, frase hecha tras frase desecha-da. En los controles antidoping mea agua bendita: Mariano Rajoy. Parece sincero en su amor por el fútbol y los habanos; en el resto miente, es pacotilla; piensa que los buenos modales son el perfecto sustituto de las buenas intenciones. No es de fiar. Es un hombre profundamente anacrónico, debería haber sido un alto y discreto funcionario del Imperio chino. Es el eunuco de un harén de borregos. Tiene la llave. Hay quienes dicen crueles, que es el presidente que nos merecemos, pero, ¿de verdad somos tan mediocres?
(*) Es una paráfrasis de un chiste noruego (al menos, a mí me lo contó un noruego) brutalmente machista: "¿Cómo se lama la piel que rodea al coño?= mujer"
Taoísta, piensa que son los otros los que deben moverse y que el mejor movimiento es la quietud, esperar. La exacta inclinación de su cerviz define con relación a la vertical la bisectriz de su sensata ambición. Es moderadamente alto, pero anda sincopado, moviendo los brazos como un molinillo, como con lumbago; medianamente atractivo, salvo por su boca húmeda, con una lengua gorda que apenas le cabe en esa boca; sus ojillos huidizos y su sonrisita del empollón que siempre sabe qué va a salir en el examen, que desecha todo lo que no entra en el temario. Tiene una barba correcta, de funcionario del XIX y habla con coletillas del mismo siglo. Se abrocha el botón de en medio de la americana y comienza a soltar tópico tras tópico, frase hecha tras frase desecha-da. En los controles antidoping mea agua bendita: Mariano Rajoy. Parece sincero en su amor por el fútbol y los habanos; en el resto miente, es pacotilla; piensa que los buenos modales son el perfecto sustituto de las buenas intenciones. No es de fiar. Es un hombre profundamente anacrónico, debería haber sido un alto y discreto funcionario del Imperio chino. Es el eunuco de un harén de borregos. Tiene la llave. Hay quienes dicen crueles, que es el presidente que nos merecemos, pero, ¿de verdad somos tan mediocres?
(*) Es una paráfrasis de un chiste noruego (al menos, a mí me lo contó un noruego) brutalmente machista: "¿Cómo se lama la piel que rodea al coño?= mujer"
Pues más que taoísta, creo que Rajoy es "confunsionista": nos confunde a todos y se aprovecha para salirse con la suya, como con sus famosas frases, de las que ya hay recopilatorios por todo internet. No hay que subestimar al señor que, a pesar de la cantidad de mierda que cae, siempre sale a flote. Parece magia, pero no: ¡¡ES RAJOY!!
ResponderEliminarLa gente cree que Rajoy es un zorro, pero es un erizo (Cf,. El erizo y el zorro, de Isaac Berlin)
EliminarOcurre que su idea central es nada, hasta el punto de que el mismísimo Buda no tendría nada que decir.
EliminarEs un gallego que no es poeta, como Franco y como Fuco. Los tres igualitos.
ResponderEliminarRocio
Yo no soy racista ni con los gallegos, o en todo caso con los alemanes. de todas maneras, Franco y Rajoy no se parecen.
EliminarLo de eunuco le pega, en el sentido literal del término (yo creo que es asexual, aunque hubo rumores de homosexualidad juvenil que Fraga cortó por lo sano ordenándole que se casara). La barba oculta las cicatrices que le dejó un grave accidente de tráfico a los 24 años, lo que me parece una buena metáfora de la opacidad de su persona. No es de fiar, en efecto.
ResponderEliminar¿De verdad somos tan mediocres? Yo creo que este país, en su conjunto, lo es cada vez más, sin perjuicio de que haya muchos españoles que no lo son.
El chiste que atribuyes a un noruego lo conocía en castizo desde hace mucho tiempo, sólo que sin necesidad de decir "la piel" (¿cómo se llama lo que rodea al coño?)
En Twitter hubo un chiste que me hizo muchísima gracia, consistente en hacer pasar a Rajoy como aquel chiste de Los Simpson con Homer y Tipo de Incógnito. Me la hace, porque esa es la sensación exacta que da Rajoy: la de un tipo que leva un disfraz bastante obvio, pero que resulta que es así.
Eliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=tNusO_k84-I
¡Ja ja ja! ¡Brutal!
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