lunes, 16 de noviembre de 2020

La verdadera mala noticia sobre el covid

 "Hay otro mundo, el mundo en su totalidad. Pero está plegado en el interior de este." Richard Powers, o quizás John  Cage

 

La ilusa noción de progreso, tan inaplicable a la ética entre otras cosas, parecía obvia al menos en los campos triunfantes y siempre en ascenso de la ciencia y la tecnología, pero no. La ciencia está en declive. Caída como la capa de la conocida expresión taurina. Desde hace un tiempo. No me refiero a los inventos perniciosos, como las bombas atómicas o los teléfonos móviles y las redes sociales. O de haber desalojado justicieramente a la especie humana del centro del Universo. Más bien hablo de la biotecnología al servicio de nuestra salud. El principio del fin fue cuando alguien decidió que mejor que publicar un descubrimiento era patentarlo, primando el negocio sobre el conocimiento. Y el final del fin —porque lo habrá, ya que hay principio— está aquí ya, ahora, cuando vuelve a estar el negocio por encima del conocimiento. Se trata no ya solo de patentar antes de divulgar, sino de anunciar algo, sin haber concluido la ratificación de los pares; para que suban las acciones de aquello que ya se da por hecho que está o estará patentado. Como los anuncios recientes de las vacunas del covid. Ya lo predijo Mary Shelley y su moderno Prometeo. La ciencia está de capa caída desde el momento que la mal llamada economía, esto es, los mercados, se ha apoderado de ella. La ciencia al servicio y salvaguarda de nuestra salud. Bueno, de la salud de los que puedan pagarla.  

Habrá quien me replique diciendo que esa ciencia antivírica es muy cara y debe financiarse. Ya lo está, al menos en países menos zopencos de sol y playa. Con los impuestos.

8 comentarios:

  1. ¿Alguna vez la ciencia no ha estado sujeta al mercado, a la mercantilización de sus productos?

    Yo creo que es intrínseco a todo lo que sucede: nace y crece adaptándose a las leyes del mercado.

    Con el covid hubo quien dijo que se estaba rematando el capitalismo. Ahora se ve que va a haber hostias por monopolizar el mercado de las vacunas.

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    1. Hay ciencia que sigue fuera de esa prisión. La llamada básica, como el descubrimiento hace décadas del RMA, que ahora se utiliza para estas vacunas.

      Soy ingenuo, hasta me precio de ello un poco. Pero no tanto

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    2. Sin ir más lejos, nuestro Severo Ochoa ganó el Nobel en 1959 tras descubrir cómo se sintetizaba el ARN. No se hizo ninguna patente pero se publicó "Enzimatic synthesis of ribonucleic acid"

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    3. Eran otros tiempos, a solo seis décadas de distancia de hoy en día

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  2. Veo inventos maravillosos y ciencia asombrosa. Me siguen emocionando las fotos de Plutón tomadas por la New Horizons. La edición génetica, la ciencia de las redes, la medicion de ondas gravitatorias. Estamos en un tiempo similar a la segunda mitad del siglo 19, donde las maravillas eran vistas como inevitables.
    Las patentes de invencion son una institución relativamente reciente y que creo estan siendo severamente amenazadas en su existencia. Es imposible atribuir a una persona o grupo de personas un cuerpo de conocimientos tan capilarmente ditribuido. Quien invento la radio? Fuenteovejuna Señor.

    Lo de las vacunas para el COVID 19 es bastante pornográfico, pero que se esté por crear y distribuir una vacuna para una enfermedad desconocida hace un año es un magnifico polvo, si me dejan ser guarro.

    Chofer fantasma
    Chofer Fantasma

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    1. Estimado Chofer, ¿y si, como tantas veces, estuviéramos básicamente de acuerdo? Todos esos asuntos que mencionas y te fascinan (y a mí) son esencialmente ciencia básica. Incluso se me ocurre que podrían denominarse ciencia sin patentes, pero en la biotecnología las patentes están en auge de momento. En cuanto a tu contraejemplo, aunque llevas razón, me he molestado en mirarlo (es un decir) y hubo tres patentes de radiocomunicación casi simultáneas, además de mucha investigación previa, la de Marconi, que es la más conocida, la de Fessenden y la de Dubilier.

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  3. He tardado en comentar porque estoy estudiando por una mezcla entre interés profesional y personal, pero no me quejo porque me ha dado tiempo para considerar lo que dices.

    Entiendo tu preocupación, pero creo que es mucho peor ver cómo el debate en torno al COVID, tanto las medidas tomadas y la reacción que provocan, se alinea según las preferencias políticas. Sé perfectamente que hay opiniones diversas en cualquier disciplina, menos natural me parece que la sintomatología de una enfermedad respiratoria coincida con el plan de un partido. No hay más que ver cómo se trata a Fernando Simón ora como un santo laico, ora como un irresponsable negligente. No estoy capacitado para juzgar su trabajo, pero supongo que habrá hecho lo humanamente posible.

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    1. Tienes razón. El pobre Simón, Como su tocayo el estilita, aupado a la vista de todos un muñeco de pin pan pum. Vaya papeleta en los crispados tiempos que corren

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Ansío los comentarios.Muchas cabezas pueden pensar mejor que una, aunque esa una sea la mía