domingo, 20 de noviembre de 2016

Por qué la ciencia y la religión no son esencialmente incompatibles




Para un creyente tolerante de un ateo irredento; para Vanbrugh


Se suele afirmar que ciencia y religión son incompatibles. Yo no lo creo, más bien me resultan a menudo complementarias o al menos no excluyentes. La  proporción de científicos ateos es probablemente mayor que en la población general, pero eso yo creo que se debe a que su religión es la ciencia y en ese sentido son más profundamente religiosos que muchos que se confiesan como tales. Lo que entra en conflicto y muchos confunden son las explicaciones que la religión y la ciencia dan sobre el mundo. Es evidente que el relato del Génesis no es compatible con la evolución biológica, como no lo es el Éxodo con la historia de los pueblos judíos, egipcios babilónicos y persas, pero solo los fundamentalistas más empecinados son las únicas personas religiosas que pretenden que los textos sagrados suplanten a la ciencia.

La ciencia y la religión nos hablan de verdades distintas. Al igual que la Biblia no aporta conocimientos astronómicos, geológicos o biológicos, la ciencia no aporta sentido o valores a la vida humana. Por mucho experimento (¿y cuál?) que hagamos no hay método científico que demuestre que matar semejantes es malo.

En las épocas precientíficas, pongamos que en la Edad Media europea, cualquier dilema humano se resolvía de la siguiente forma:

CONOCIMIENTO = ESCRITURAS X LÓGICA.

Pongo x y no +, porque para los escolásticos medievales no se podía comprender la Biblia sin lógica. Si el valor de nuestra lógica es cero, aunque leamos entera la Biblia nuestro conocimiento seguirá siendo cero. Y por mucho que aplicásemos la lógica, sin recurrir al texto sagrado no obtendremos nada: cero. Si la fórmula empleara una suma, la implicación sería que alguien con mucha lógica y sin escrituras seguiría obteniendo conocimiento; cosa que yo considero razonable, pero no un individuo cristiano en la Edad Media.

Tras la revolución científica, la obtención de conocimiento varió a esta otra fórmula:

CONOCIMIENTO = DATOS EMPÍRICOS X MATEMÁTICAS

Hay que reunir datos relevantes por la observación y luego aplicar la "magia" matemática. Por ejemplo, un escolástico diría que la Tierra es plana, porque en Job 38:1 se dice que Dios “ocupe los extremos de la Tierra y eche fuera a los malvados”. Esto implica que la Tierra tiene extremos por lo que tiene que ser plana. Pero otro escolástico le replica que en Isaías 40:22 se afirma que “está Él sentado sobre el círculo de la Tierra", luego esta es redonda. Este tipo de discusiones escolásticas ocuparon las mentes de los casi únicos humanos leídos que eran los religiosos, y aplicaban la lógica, pero obviamente no producen ningún progreso real sobre la forma de la Tierra ni de ningún otro asunto físico.

Nuestro científico, en cambio, observa el Sol, la Luna y los planetas desde varias localidades repartidas por el mundo. Con todas esas observaciones, recurre a la trigonometría y deduce no sólo que la Tierra es una esfera, sino también la estructura del Sistema Solar y con los primeros telescopios fabricados, no digamos los posteriores orbitales, comprueba que es así.

Pero la ciencia no puede emitir juicios éticos (como mucho puede asesorarlos), como he señalado en el ejemplo del asesinato. Muchos hoy resuelven esa dificultad conciliando ambos aspectos, el método científico para conocer el mundo y la religión para tomar decisiones éticas. Y así ha sido durante mucho tiempo. Si ha habido encontronazos ha sido porque algunos religiosos pretendían de la religión cosas que no puede ofrecer. También algunos científicos, normalmente mediocres, pretendían que la ciencia desmontaba los supuestos de la religión, que no es el caso, pero sí lo que creen algunos ateos militantes como Dawkins.

Hoy en día ha surgido una nueva religión que en cierto modo tiene más fuerza que el cristianismo o el islam, esa religión es el humanismo, y puede ser tan verdadera o tan falsa como a las que sustituye, pero desde luego es más moderna, en el sentido de más reciente. El humanismo emplea la siguiente fórmula:

CONOCIMIENTO = EXPERIENCIAS X SENSIBILIDAD

Las experiencias son fenómenos subjetivos que incluyen como ingredientes no átomos o moléculas, sino sensaciones, emociones y pensamientos. La sensibilidad significa prestar atención a  esas emociones, sensaciones y pensamientos de las experiencias y, en segundo lugar, permitir que esas experiencias influyan en mí. Ambas se retroalimentan en un ciclo inacabable. No puedo experimentar nada si no tengo sensibilidad ni puedo desarrollar sensibilidad a menos que esté expuesto a experiencias. Por eso los niños se muestran con un egoísmo casi absoluto. Sólo madura con la larga práctica. Así el humanismo ve la vida como un proceso gradual de cambio interior que lleva desde la ignorancia infantil al esclarecimiento maduro a través de las experiencias, y en ese sentido se parece más a los misticismos que a las religiones regladas.

Es muy interesante el caso del ecologismo frente a la ecología, el primero es un movimiento sociopolítico y el segundo una ciencia, básicamente biológica, y ambos se confunden, primeramente por el objeto de su interés, llamémosle con ciertos reparos, la naturaleza, y ambos se confunden además porque en el idioma hegemónico, el inglés, sólo existe la palabra ‘ecology’ que vale tanto para unos como para otros, y por eso en inglés se llama al ecologismo, ‘political ecology’, y por eso en las abundantes malas traducciones al castellano se llaman ecologistas a los ecólogos. Lo que sucede es que los ecologistas han desarrollado un paradójico humanismo que coloca al ser humano en un contexto no dominante (ese sí enfrentado a la Escrituras), y en cierto modo ha colocado los bueyes delante del carro, es decir, la sensibilidad hacia la naturaleza delante y no como consecuencia muchas veces del conocimiento que permite valorar ese contexto. Esto no es una crítica a un movimiento social que considero extremadamente valioso, pero sí a sus aportaciones supuestamente científicas. Pretensión que es la misma que tenían los escolásticos hacia sus únicas lecturas de referencia.





10 comentarios:

  1. No sé si sería lo más adecuado decir que la ciencia es la religión de algunos científicos, aunque sea el caso de Dawkins, ya que es lo mismo que dicen algunos literalistas.

    De todos modos, diría que el problema con la religión es que, aunque pueda entrenar la sensibilidad, tiende a codificarla y a ser muy intolerante con otras. De ahí que el humanismo haya triunfado mejor y con mayor alegría, hay que decirlo también.

    En inglés sí existe el término "ecologism", aunque es más frecuente "environmentalism".

    P.D: Como has subido las entradas del anterior blog en la misma fecha, tengo la lista de lectura colapsada.

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    1. Pues nada, no te colapses, es que estoy inmovilizado por una lesión y por eso leo y escribo aún más de lo habitual.

      Ecologism existe en inglés, en efecto, para eso es un idioma tremendamente versatil y libre para crear palabras, pero apenas se usa, no en los textos que yo manejo

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    2. Y aunque más acorde con estos tiempos, el humanismo también cuenta con sus propios fundamentalistas, te puedo dar una lista.

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  2. Gracias por la dedicatoria. Me alegra que no compartas el fundamentalismo ateo de Dawkins y de otros científicos. Me parece estupendo que sean ateos, pero los motivos en los que pretenden basar ese ateismo -que, básicamente, son los de aquel brillante astronauta ruso que aseguró no haber visto a Dios durante su paseo por el espacio exterior- me parecen de una estupidez muy poco compatible con la inteligencia de que dan pruebas en su campo. Una vez más, nadie está libre de decir tonterías, por listo que sea. Y, claro está, comparto fundamentalmente tu punto de vista, que separa claramente los intereses, criterios y objetivos de ciencia y religión y tiene claro que mal pueden contradecirse enfoques que se ocupan de cosas por completo distintas, con criterios absolutamente disímiles.

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    1. De nada. Dawkins no es un gran científico, no ha hecho ni una sola aportación al campo evolutivo; es un gran divulgador, con un talento grande para la metáfora, como lo del 'gen egoísta' que sus seguidores toman al pie de la letra, lo que peor puede hacerse con ellas.

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  3. En otro orden de cosas, sigo intentando recuperar los posts y comentarios de tu antiguo blog. El "colapso" de que habla Ozanu se ha debido a un intento parcialmente existoso de esta mañana, que ha conseguido rescatar unos cuantos posts antiguos. Es complicado y aún no puedo asegurar que termine bien, pero está en vías prometedoras. Los posts republicados durante un rato esta mañana, por ejemplo, no reconocían tildes y otras peculiaridades ortográficas, y no incluían comentarios, por eso los he acabado borrando.

    El problema básico es que el mecanismo de Blogspot para importar blogs no funciona con archivos de más de 2 M, y tu blog, o lo que por ahora he conseguido recuperar de él -ni siquiera estoy seguro de que sea todo- ocupa 84 M. Se impone dividirlo en cachos, y en ello estoy, pero es tarea complicadísima, que supera bastante mis escasos conocimientos. Si alguien sabe de algo que pueda echar una mano, se agradecerá.

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    1. No entiendo nada, pero gracias por tus esfuerzos.

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    2. De nada. Nunca mejor dicho, porque me temo que son baldíos. Llevo toda la tarde del sábado y la mañana del domingo trabajando en ello pero, contra lo que dije en el anterior comentario, me temo que va a ser imposible recuperar el anterior blog. He leído posts en varios idiomas, he entrado en foros, me he descargado programas. La cuestión de descomponer en varios archivos más pequeños el enorme archivo que contiene la copia de seguridad de tu blog es complicada de por sí, y aunque he encontrado un programa que lo hace, al parecer no lo hace con la "sintaxis" necesaria para que el "importador" de Blogger la entienda y sea capaz de recomponer los archivos resultantes. Solo un programador inteligente sería capaz de separar los cientos de miles de caracteres abstrusos que componen tu blog en "idioma" xlm por donde debe hacerse para que Blogspot supiera luego recomponer los pedazos, y tendría que dedicarle a ello días enteros de trabajo, puesto que tienes 1.500 entradas y 20.000 comentarios. Pero ni aún así. Los ochenta o cien mini archivos resultantes serían también demasiados, esta vez en número, no en tamaño de cada uno, para que Blogspot accediera a importarlos todos; al décimo intento, o quizás al vigésimo, he perdido la cuenta, me sale un aviso de que ya he hecho "demasiadas" importaciones -lo cual es bastante sarcástico, puesto que solo he logrado completar una, fallida- y lo tengo que dejar hasta después de un rato. Empiezo a tener la impresión de que para Blogspot, los blogueros individuales y artesanales no somos una clientela deseable, y de ahí los problemas insolubles que nos pone para recuperar el dominio perdido, o para importar un blog. He escrito a "ayuda" de Blogger, pero sospecho fuertemente que no tendré respuesta, o tendré una "standard" que me explicará una vez más lo que ya se hacer, y no funciona. Si de verdad quisieran ayudar, bastaría con que quitaran la estúpida limitación de tamaño en los archivos a importar, o a que habilitaran la manera de hacer copias de seguridad "parciales", en vez de la única que te deja hacer ahora, imposible de manejar. Acabo de leer en un foro el testimonio de un bloguero que pasó por todos y cada uno de los trámites que yo he probado y acabó arrojando la toalla. Me temo que voy a arrojarla yo también, al menos de momento. Me voy a pasear al perro.

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    3. Una última opción desesperada: casi seguramente, lo que hace que tu blog pese tanto son las fotos y la música, el texto es relativamente ligero. Quizás eliminando todas las fotos y todas las músicas fuera posible importar el blog, no lo aseguro pero es posible. Ahora bien, no sé si en esas condiciones te merecerá la pena y, en cualquier caso, borrar una por una unas diez mil fotos de unas mil quinientas entradas es tarea de chinos. Si, con todo, estás dispuesto, y dispones de algún chino que me eche una mano, podría intentarse.

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    4. Déjalo, Vanbrugh, no merece la pena, al fin y al cabo no son las obras completas de Phillip Roth. Gracias por todo.

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Ansío los comentarios.Muchas cabezas pueden pensar mejor que una, aunque esa una sea la mía