Carta a un niño que casi será un hombre

CÓRCEGA

Has nacido desvalido no porque seas diminuto sino porque has nacido ignorante, tu única habilidad es el lloro para que otros acudan a salvarte. Deshazte de tus quejidos lo antes posible ¡Pobre! Has nacido hombre pero te van a “educar” como siervo a base de entretenimiento bobo y consumismo superfluo. Te dirán que es más importante consumir que vivir; te reiterarán que es más importante la seguridad que la libertad; te dirán que tu única tarea política es votar y/o buscar empleo en esas oficinas de trabajo que se llaman partidos; te dirán que la economía es una fuerza indomesticable y que sólo puedes enriquecerte o malvivir, en todo caso, acomodarte. Te dirán que la educación es adquirir habilidades para ejercer un oficio precario y divertirse como los demás. Te dirán que leer no sirve de nada, y que viajar es eso del turismo organizado, otra forma de consumo. La edad adulta sólo es la infancia permanentemente prolongada de niños mimados y asustados. Crecer es entonces pudrirse, no madurar. Te dirán sobre todo que las cosas son como son y no se pueden cambiar. El hombre no es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, sino el único animal que elige la piedra con la que quiere tropezar. Esas piedras son preguntas; nunca dejes de planteártelas. Así que quien te venga con respuestas a preguntas que tú no te has formulado, te estará engañando, desde la ideología, desde la religión o desde la mera evasión, porque, si la religión, la ideología o el hedonismo son las respuestas, ¿cuál es la pregunta?